Se debe, fundamentalmente, a una urbanización y equipamiento desfasado, con sectores que carecen en pleno día de una iluminación natural básica, con una constante interrupción de los recorridos debido a las barreras físicas y obstáculos visuales que imposibilitan poder transitar por una superficie continua, con zonas infrautilizadas y deterioradas.
A ello se une la limitación horaria de su utilización ligada a que sus usuarios frecuentes son mayoritariamente aquellos relacionados con el sector terciario comercial y de oficinas implantado en los edificios de la zona.
La permeabilidad
La Manzana AZCA resulta una isla en la ciudad. La comunicación física y visual del perímetro que limita AZCA y de la zona interior de los grandes espacios abiertos, se limita a puntos concretos que no poseen la escala y proporcionalidad adecuadas para una superficie tan extensa.
Accesibilidad del sector
Actualmente AZCA es un conjunto de espacios muy complicado. Atravesarlo es difícil, ya que requiere múltiples cambios de dirección y de nivel. Esto se complica aún más por los múltiples niveles dentro del sitio, y la mala legibilidad de las escaleras y rampas. El resultado es que el “superbloque” existente funciona aislado de su contexto urbano y muchos de los espacios están infrautilizados e inactivos.
Falta de actividad
La escasa oferta de actividad y la calidad de la misma, provoca una falta de atención por parte del público que, sin embargo, disfruta habitualmente de las zonas abiertas de la ciudad en las que se ofrecen respuestas a la demanda cultural, deportiva, de ocio, esparcimiento, etc. Esta situación se ve agravada en los espacios públicos cubiertos, infrautilizados y oscuros y, en general, en todo el ámbito fuera de las horas punta de acceso o salida a las oficinas y despachos existentes, y durante los fines de semana, cuando no existe un flujo intenso de trabajadores en la zona.
Escaleras y rampas
Se pueden contabilizar más de cincuenta sistemas de comunicación vertical entre niveles y un total de diez sistemas de rampas donde se verifica, en algunos casos, el incumplimiento de las normativas actuales de accesibilidad y en condiciones de acusado deterioro. Esta situación dificulta la accesibilidad tanto para personas con movilidad reducida como para el flujo natural del viandante que se torna laberíntico y tortuoso.
Humedades y filtraciones
Según estudios del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, el nivel más superficial de la red (sumideros) tiene un nivel de deterioro y obsolescencia que está dando lugar a problemas de humedades y filtraciones.
Las condiciones del paisaje natural / el arbolado
De los 407 árboles ubicados en el área pública central, 58 (14%) son especies autóctonas, y 346 (86%) no lo son. Ésta es una proporción muy baja de especies autóctonas, lo que no facilita el fomento de la biodiversidad en el área alejándose de las “buenas practicas” consideradas actualmente.
En el área central, el Plátano es la especie dominante, constituyendo el 41% de las especies. Esto genera un monocultivo y una falta de diversidad y resiliencia en la comunidad vegetal. A pesar de que la salud de la mayoría de estos Plátanos tiene un buen nivel, existe una presencia extendida de la antracnosis.
Las condiciones de la iluminación
Existen numerosos espacios semicubiertos, patios, soportales, túneles y pasadizos, donde la iluminación natural resulta insuficiente, con un aporte de iluminación artificial precario o inadecuado. Esta circunstancia empeora la situación deteriorada de ciertos sectores, transformando un problema de bajos niveles de visibilidad en un factor que potencia la percepción de inseguridad por parte del usuario.
Las condiciones acústicas
Los problemas acústicos de la zona se concentran en emisiones desde los locales y la actividad de los usuarios en horarios nocturnos, con presencia de varios pubs y clubes en la zona, sobre todo en el área de la Avenida de la Vaguada.
Condiciones de seguridad
Si bien los indicadores objetivos manifiestan que no estamos ante una zona cualitativamente menos segura que otras zonas de la ciudad, han de tenerse presentes las opiniones de los vecinos que transmiten su preocupación al respecto, indicando la existencia de una sensación de inseguridad debido fundamentalmente a la poca iluminación, la existencia de pasadizos y recovecos que fomentan la mendicidad, y la falta de vigilancia que propicia los botellones, entre otros factores.
Estado de mantenimiento
Los problemas de gestión de los distintos propietarios y la gran complejidad en cuanto a las diversas titularidades privadas y públicas del ámbito, ha llevado a un deficiente mantenimiento de las zonas de paso público, que presentan goteras, humedades, acumulación de aguas residuales estancadas, zonas inundadas, etc.
